La mariposa volotea
y arde con el sol a veces.
Mancha volante y llamarada,
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece.
Hoy una mano de congoja
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.
La mariposa volotea,
revolotea,
y desaparece.
Autor: Pablo Neruda.
Precioso poema para una tierna y bella fotografía.
ResponderEliminarBesos
Hermosa imagen para acompañar a un hermoso poema.
ResponderEliminarUn abrazo Guillermo.
Preciosa y tierna imagen, Guillermo. Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosa fotografía con la mariposa en la mano, pero no podía ser de otra manera pues yo al menos te veo como un especialista en fotografiar lepidópteros. Y... ya de P=ablo Neruda, qué voy a decir, es uno de mis favoritos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Bellísima la mariposa posada en esas jóvenes manos ¡ojalá no desaparezcan nunca!
ResponderEliminarUn beso.
la imagen es preciosa y va de dulce con el poema.
ResponderEliminarAbrazo, Guillermo.
Foto espectacular. Hola Guillermo. Es la primera vez que veo tan hermosa mariposa. Un abrazo.
ResponderEliminarToda una belleza.
ResponderEliminarExcelente.
Un abrazo.