Inocente y libre, ves el mundo como realmente es,
y no sabes lo que puedes y lo que no puedes hacer.
Lloras para pedir una caricia, ries y dibujas una sonrisa,
que solo tu inocencia, ejerce la influencia de nuestra existencia.
Niño de ojos verdes, de aura violeta, con una gran fortaleza,
y espiritual belleza, milagro de la vida que un gran resplandor te ha dado,
apasionado y profundo, suave y delicado.
Inmaculada Carrasco (Boni).