No habrá una sola cosa que no sea
una nube. Lo son las catedrales
de basta piedra y bíblicos cristales
que el tiempo allanará. Lo son la Odisea,
que cambia como el mar. Algo hay distinto
cada vez que la abrimos. El reflejo
de tu cara ya es otro en el espejo
y el día es un dudoso laberinto.
Somos los que se van. La numerosa
nube que se deshace en el poniente
es nuestra imagen. Incesantemente
la rosa se convierte en otra rosa.
Eres nube, eres mar, eres olvido.
Eres también aquello que has perdido.
Jorge Luis Borges.
Tengo ganas, de poder fotigfafiar esas nubes bajas. Ellas le añaden una belleza increíble al paisaje.
ResponderEliminarBuenísima foto
Besos
Como me gustaría, poder fotografíar esas nubes bajas. Les añade una belleza increíble al paisaje.
ResponderEliminarLa foto es muy buena.
Besos
Espectacular ese cielo... Una gran imagen
ResponderEliminarSaludos
Bonita fotografía...bello texto.
ResponderEliminarSaludos.
Ramón
Qué maravilla...imagino ese momento tan especial, para no olvidar.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Es una foto preciosa! y el poema también me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Profunda reflexión de Borges para acompañar esa excelente fotografía.
ResponderEliminarUn abrazo.